No sé donde estabas cuando todo aquello ocurrió, por qué no me gritaste, por qué no me advertiste. Me dejaste abandonado, pero no te culpo, durante mucho tiempo me he sentido prisionero de mi propio dolor, y no he podido encontrar la salida que me libere ¡Si pudiera retroceder en el tiempo!
Pero ya nada puedo hacer, lo entendí, y esa cicatriz formará parte de mí toda la vida, será la cara oculta de la luna.
Me gustaría poder verte, pero se que será imposible hacerlo, sólo espero que llegue el final del camino, y deseo que en lo que me quede por recorrer sea capaz de ver la luz que me lleve hacia ti, y que en ese momento encuentre la paz en mi interior. Mientras tanto procuraré apartar las piedras que me encuentre en mi camino, y trataré de hacer de este lienzo un lindo sueño ¡Gracias!
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